¡ESTEPARIO!(Hermann Hesse) Más común de Lo que se cree
Escritor Colombiano
Lobo estepario de Hermann Hesse. Pensamiento más común de lo que se cree
La búsqueda de sentido e identidad nos ha llevado lejos, explorándonos y conociéndonos de todas las maneras posibles: por emoción, fe, ciencia, cultura, filosofía, astronomía, astrología, entre otras. Sin embargo, seguimos sin tener éxito. El complejo y único universo interno de cada individuo hace esta tarea ardua. La esencia humana no se encapsula en una época, una bandera, ni mucho menos en la academia. Los griegos nos definieron como seres políticos, Aristóteles como seres sociales; Copérnico como polvo estelar; Darwin como animales evolucionados; Attenborough como una peste; y el cristianismo como hijos de Dios. Lo cierto es que cualquier definición se queda corta para describir semánticamente lo complejos que somos. Aquí es donde el diáfano arte cobra sentido, al reflejar el alma desnuda del artista, quien intercambia su vida por pinceladas, pasos, letras o sueños.
Planteamiento filosófico
Unos cabalgamos la vida conscientes de lo finitos que somos, mientras que otros ocultamos con toda emoción posible la realidad de la muerte. Ocupamos la vida evitando pensar que algún día no estaremos. Martin Heidegger nos describe como existentes auténticos e inauténticos. Auténticos los que somos conscientes de la muerte y vivimos con ello, y los Inauténticos: aquellos que vivimos anulando, tontamente, el hecho de que vamos a morir viviendo desaforadamente. Esta dicotomía abiertamente estudiada se descarna en la obra del alemán Hermann Hesse “El lobo estepario”. Una pincelada al ser, desde la autenticidad e inautenticidad del estar vivos.
Hesse manifiesta la vida en la libertad plena de caminar a placer por donde se desee, con el único miedo genuino de ser como los demás y no uno mismo. El lobo estepario trae a la realidad la singular vida de Jenrry, un hombre que lucha con su animal interior y no decepciona con la exploración social que va de la mano con la crítica del ser por ser, y no por la libertad. El yugo social que cargan los esteparios es desconocido para todos, una lucha personal que Hesse aborda brevemente porque como decimos los colombianos “nadie conoce la sed con la que otro bebe”.
El tránsito en esta tierra trae retos, buenos o malos; que nunca sorprenden a un estepario, ya que su mente está prestada a la supervivencia y no a la complacencia. Necesita la chispa divina de la vida para un día más y el propósito nocturno de ver el sol nuevamente. Eso es suficiente para ser feliz. La ilusión de vida que cargamos socialmente nos hace pensar que vivimos la realidad, cuando en realidad caminamos por distopías de apariencias, finanzas y política que nublan la vida volviéndola efímera y carente de sentido. En contraste, el estepario vive una única vida sin ataduras ni complejos, solo con amor por la vida, ya sea su elección o destino, pero al final del día, propia.
El "Lobo Estepario" es un ejemplo de ello, una exploración al ser y no al deber ser, con todo lo que eso implica. ¿Cuántos lobos prisioneros habrá en cada individuo que sigue luchando y resistiendo a su propio sistema? Por ahora, mi lobo se alimenta de arte y literatura, placebos con los cuales, al igual que Jenrry, el lobo estepario; hemos aprendido a convivir. ¿Controlas al lobo estepario, o él a ti?
Interesante reflexión, me gusta el punto desde el cual se observa, está novela.