Inteligencia Artificial pone en jaque los escritores
¿Qué escritores serán fácilmente reemplazados?
Todos se creen los mejores hasta que llega alguien que los reta, entonces caen en cuenta que siempre hay algo que aprender, intentar, explorar o simplemente disfrutar. El cambio generacional de estos tiempos incluye retos tecnológicos de los que, ni siquiera, se salvan los escritores.
Las bibliotecas personales y escolares van desapareciendo poco a poco y dejan una estela de aromático papel amarillento a punto de desojarse, mientras las salas de cómputo, robótica y ciencia engordan progresivamente. El papel va perdiendo relevancia, aunque esté lejos de desaparecer. La información cada vez más condensada y somera esparce un placebo intelectual que va acostumbrando a la sociedad a la inmediatez informática, no a la del pensamiento. Debilidad o virtud, según se quiera ver, hecha una realidad hoy.
The Waste Land (La tierra baldía), poema escrito por TS Eliot en 1922, premonitoriamente daba luces de aquello que bautizamos futuro. Tomado entonces como una utopía hecha realidad en estos días, donde el frenesí social va restándole valor a la vida mientras realza la simpleza de lo artificial, devastando a su paso el amor. Sin embargo, también nos muestra la belleza que hay en la miseria, la perdida, el dolor y la muerte; ideas en las que es muy difícil llegar a complacernos por la aversión que se ha construido en torno a ellas. Eliot rescató lo bueno de lo malo y armonizó sus versos con una descarnada sinceridad que deleita aún hoy, pese a las diferencias del tiempo.
Rescato el fragmento que podría fácilmente describir: la cultura, la educación y la simpleza en la que se ha caído al ser tecnófilos, confiando el intelecto y las experiencias meramente a la tecnología.
“You know nothing? You see nothing? Do you remember nothing?
I remember
Those are pearls that were his eyes
Are you alive, or not? Is there nothing in your head?”.
La revolución actual está centrada en la IA (Inteligencia Artificial) que llegó para quedarse y simplifica todos los avances logrados décadas pasadas al compilar masivas cantidades de información y darlo al usuario en su propio lenguaje: visual, auditivo y escrito por supuesto. dicho de otra manera; puedes pedirle lo que quieras, en términos de información, y lo hará por ti: un ensayo, un resumen, una imagen, un cuadro comparativo, un contraste, una infografía y sí, hasta un libro. Todo aquello cumpliendo lo que, el escritor estadounidense Isaac Asimov, estableció en las tres leyes de la robótica, esbozadas en su libro hecho película «Yo Robot»
¿Qué escritores desaparecerán?
¿Todo esto dónde pone al escritor, si la IA puede escribir cualquier cosa? Por suerte a los verdaderos escritores; aquellos que dejan el alma en sus escritos como TS Eliot, jamás los reemplazará esta tecnología debido a que, justamente aquella inteligencia es artificial y carece de humanidad. El rasgo que diferencia el verdadero arte del entretenimiento es precisamente el alma que llevan los sonidos en las canciones, los versos en los poemas, la estética en la pintura, la pasión en las tablas o el teatro y la fuerza de una historia bien escrita. sin embargo, para aquellos narcisistas dedicados a vender humo: influencers, YouTubers políticos, o todo aquel que no siente el arte, para ellos la IA es claramente una competencia que podría fácilmente escribir mejores versiones de sus propios libros, aunque tristemente, hoy la calidad del arte la mide el entretenimiento y no el alma, eso sí es un problema, no la IA.
Por otro lado, el verdadero escritor se apoya en la tecnología para darle técnica y estilo a sus escritos; pero, sobre todo; prontitud a su investigación. Gabo decía que sus primeros libros los escribió a máquina y tardó hasta 7 años perfeccionando uno solo, pero cuando conoció la computadora, redujo ese tiempo a más de la mitad. Así las cosas, en estos días, el escritor puede servirse de un mundo informativo digital que aligera su paso: mapas, bibliotecas, experiencias, imágenes, videos, audios y recursos que aterrizan su imaginación para convertirla en una valiosa historia.
El tiempo cambia y trae consigo avances que hay que aprovechar para crecer como sociedad, no como instrumento de hipnotización masiva, ahí está el secreto, no en la herramienta, sino en saber usarla.
By: Nixon Saavedra (Escritor Colombiano)
Artículo publicado en la revista KOMUYA del grupo GRAMMATA 2023
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