¡Llámenme anticuado pero la PEDOFILIA nunca será lo mío!

En mis años como docente me he relacionado con varios de mis estudiantes, en amistad, complicidad y de formas estrictamente profesionales. Todo en el marco, no meramente legal, sino propio de la ética de mi profesión. De ello me han quedado buenas y malas experiencias, lo que me ha llevado a replantearme año tras año mi forma de relacionarme con ellos. He implementado estrategias, experienciales, emocionales, motivacionales, académicas, y en casos específicos, personales. Sin embargo, en todos mis años como profesional en educación experiencial, ejerciendo mi profesión y vocación en diferentes aulas colombianas, nunca he intimado con mis estudiantes, ni siquiera en el imaginario.

Es por esto que; además de rechazar, solicito sea revisado nuevamente el documento de tesis propuesto por Mauricio Quiroz en la universidad de Chile en el 2020, llamado “El deseo negado del pedagogo: ser pedófilo” porque generaliza a los profesores insinuando que todos tenemos estos deseos secretos y ocultos con nuestros estudiantes, lo cual es completamente falso y enfermo. https://repositorio.uchile.cl/handle/2250/179587

La tesis propone que todos los docentes somos pedófilos en potencia y justifica la palabra “pedófilo” como la satanización del deseo de amor por enseñarles a los estudiantes, hasta en la cama, todo lo que deberían saber. La anterior aberración se fundamenta en fuentes epistemológicas nulas y las pocas citas y referencias descontextualizadas y mal intencionadas, no son más que un irrespeto a quienes con pasión, vocación y profesionalismo, ejercemos el arte de enseñar. Con esto me pregunto: ¿Los encargados de acompañar el proceso de tesis, asesores y más aún, los que la aprobaron; son docentes o presuntos criminales?

La tesis en mención, pretende continuar extendiendo los tentáculos del progresismo y la ideología de género, donde el orden tradicional; que evoca la protección de los menores como prioridad en la sociedad, se haga a un lado, y de paso a las ideas nuevas manejadas desde las efímeras emociones. En otras palabras: que las emociones gobiernen la razón, la evidencia científica y la ciencia. Hay posturas que se deben apoyar en los grupos minoritarios como: la igualdad ante la ley y el respeto por todos, pero no los privilegios que se buscan con ideas superfluas de lucha entre sexos o el nihilismo con el que pretenden satanizarlo todo.  

Cabe resaltar que: las ideas tradicionales o de derecha, han tenido grandes vacíos como: el celibato en la religión católica, el énfasis financiero y de desarrollo estructural, en lo político, antes que la inversión social, así como criminales en las diferentes profesiones que involucran el trato con los niños: profesores, psicólogos, médicos entre otros, así como la flaqueza de las leyes y políticas que prevengan o castiguen estos hechos aberrantes, son una minúscula parte en la ecuación que se pretende justificar en la tesis de Mauricio Quiroz. “Vea también: https://www.youtube.com/watch?v=esOZ1-Tg2bI” pero nada de esto justifica las mediocres ideas del ponente de la mencionada tesis. La sexualidad de los estudiantes hace parte de la intimidad familiar y el respeto personal, no de la institución educativa, ni mucho menos del estado. (Claro guiño al totalitarismo)

En conclusión, la pedofilia es un crimen que no se puede justificar con un deseo de amor a la educación, como lo insinúa la tesis, y no todos los docentes fantaseamos con la sexualidad de nuestros estudiantes. Esto es un comportamiento, que si bien es cierto: se manifiesta en algún “profesional”, no se puede generalizar. Así como el necrófilo que encuentra placer en el sexo con los muertos, no se puede decir que todas las personas fantaseamos con lo mismo. ¡Tantico respeto por mí y mis colegas por favor!

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